Con valor Dalia logró levantarse del dolor que cada barrera le dejó | With courage, Dalia managed to get up from the pain that each barrier left her
By Anel Martinez | Read in English
Con valor Dalia logró levantarse del dolor que cada barrera le dejó
¡Ni los golpes más fuertes de la vida han logrado quitarle la sonrisa!
Dalia Gervacio tiene 49 años de edad y es madre de 3 hijos. Nació en México en un pueblito llamado San Nicolas Tolentino cerca de Izúcar de Matamoros, en el estado de Puebla.
“San Nicolas Tolentino es un pueblito pequeño, lleno de tradición, gente humilde y trabajadora” cuenta Dalia.
Recordar su pueblo la llena de emoción y nostalgia.
“Lo que más recuerdo es la fiesta del santo del pueblo. Esta se lleva a cabo el 10 de septiembre. Durante esta ceremonia se festeja a San Nicolasito el santo del pueblo y hay baile, toros, brinco del chinelo, y mucha comida deliciosa”, comenta.
Emprendió su viaje hacia los Estados Unidos un 16 de septiembre de 1990 y aunque hayan pasado más de 30 años desde que dejó su país recuerda claramente esa fecha.
“En ese momento de mi vida era una adolecente, muy joven y sin experiencia. En México a esa edad algunas adolescentes solían irse con su novio, y yo sin pensar mucho tomé esa misma decisión”.
Algo que cambiaría su vida drásticamente.
“No medí las consecuencias. Dejé todo atrás. Dejé mi familia, la escuela, amigos, y decidí venirme a Estados Unidos con mi novio buscando un mejor futuro cerca de la familia de él”.
Así fue como llegó a la ciudad de Chicago con el padre de sus hijos. Vivieron juntos por 8 largos años. Durante esos años ella experimentó diferentes tipos de abuso físico, emocional, financiero, entre otros.
“Yo no sabía a dónde acudir ni que hacer, más que aguantar todo", comenta.
Después de una visita de su prima, Dalia junto a ella desarrollaron un plan para que Dalia pudiera salir de la situación de violencia doméstica que estaba viviendo.
“El proceso no fue fácil. Fue muy difícil y doloroso para mi y mis hijos. Nunca podré superar ver el llanto de mis hijos de aquel día. Fueron muchas emociones encontradas, desde miedo, tristeza y a la misma vez, tranquilidad”.
Con 2 maletas y con sus 2 hijos emprendió un viaje a la ciudad de Nueva York en 1998.
“Tomé la decisión de llegar a NY porque aquí ya estaban mis padres y hermanos. Ellos fueron los que al ver todo lo que había pasado me perdonaron y me ayudaron”.
Dalia comenta que su vida en Nueva York no fue fácil pero puso todo de su parte para seguir adelante. Cuando por fin se sentía más estable y tranquila, Dalia experimentó el golpe más doloroso de su vida al perder a su hijo de tan solo 18 años de edad.
Encontró Refugio en la Repostería
El proceso de superación no fue nada fácil para Dalia pero el nacimiento de su nieta la ayudó mucho. Con el tiempo poco a poco fue recuperándose del dolor que cada barrera le había dejado. Tiempo después encontró algo más que la ayudará a distraer su mente y generar ingresos: La Repostería.
Comenzó haciendo fresas con chocolate, pasteles, postres, gelatinas, arreglos frutales, y florales. Un día su hija le habló sobre Grameen America y la invitó a unirse y Dalia aceptó.
“Me gusto mucho la oportunidad de ser miembro porque yo quería expandir mi negocio y seguir creciendo como persona y como emprendedora”.
Hoy en día no es tan solo miembro del programa de micropréstamos de Grameen America sino que también ingresó al programa de iniciativa de salud comunitaria, Grameen Promotoras.
Dalia reconoce haber tenido una salud emocional delicada por las heridas del pasado. No hablaba con nadie de su dolor y de todo lo que había tenido que pasar. Cuando se enteró de Grameen Promotoras, fueron noticias positivas para ella. Durante las charlas de salud dirigidas por las promotoras comenzó a escuchar los servicios que ellas ofrecen a las miembras y todos los beneficios que tiene el programa.
“Me arme de valor y llena de confianza llame a la promotora para hablar con ella, y pedirle ayuda. Durante la llamada me sentí comprendida, en confianza y apoyada. Decidí compartir mi historia de vida, y también lo difícil que fue la pandemia de COVID-19 para mi y mi familia”.
Una luz en su camino
Mediante los servicios de Grameen Promotoras, Dalia ha podido experimentar de primera mano la gran ayuda que es tener a una promotora de tu lado. Recientemente pidió ayuda para agendar una consulta legal.
“Había tratado de buscar alguna posibilidad de tener un estatus, pero los abogados que yo consultaba no me daban esperanza porque mi caso de violencia doméstica no fue en el estado de NY. Gracias al programa de promotoras, logré tener una consulta legal y recibí la buena noticia que si van a tomar mi caso y me van ayudar”.
Dalia está sumamente agradecida con Grameen Promotoras ya que se siente muy apoyada. El programa no solo la ha apoyado emocionalmente y con recursos sociales sino que también ha podido enfocarse en su salud.
“El programa de promotoras me ha ayudado mucho. Las consejerías en persona me gustaron mucho, aprendí cómo cuidar mi salud, y apoyar a mis hijos con su salud. En menos de 3 meses logré conocer a mi promotora en persona durante el evento de consejerías. Me siento muy contenta, porque recibí mi glucómetro, y tensiómetro para que pueda conocer mis números. Después de mi diagnóstico de prediabetes, ahora me siento segura de cómo seguir cuidando mi salud”.
Dalia asegura que se siente bastante motivada a seguir aprendiendo sobre los temas de salud por su hija quien vive con diabetes desde hace algún tiempo. Mediante la educación de salud que Grameen Promotoras ofrece quiere poder ayudarla. Todo lo que aprende lo comparte con ella.
“Al 2023 soy una mujer segura de mi misma. Pude rehacer mi vida con una nueva persona que me apoya y tuve otra hija que pronto cumplirá sus 15 añitos. Me siento feliz porque estoy aprendiendo a cuidar mi salud y con mis experiencias puedo ayudar a mi familia y a mi comunidad” comente Dalia.
Comparte su historia porque quiere que las mujeres sepan si se puede seguir adelante.
“Si yo pude, todas podemos salir adelante independientemente de los obstáculos que la vida nos pone. Podemos contar con las promotoras. Ellas están ahí para escucharnos, guiarnos y apoyarnos”.
With courage, Dalia managed to get up from the pain that each barrier left her
Not even the strongest blows to her life have managed to take away her smile!
Dalia Gervacio is 49 years old and is the mother of three children. She was born in Mexico in a small town called San Nicolas Tolentino, near Izúcar de Matamoros in the state of Puebla.
"San Nicolas Tolentino is a small town, full of tradition, humble and hard-working people," Dahlia recounts.
Remembering her town fills her with emotion and nostalgia.
“What I remember the most is the festival of the village saint. This takes place on September 10th. During this ceremony, San Nicolasito, the saint of the town, is celebrated and there is dancing, bullfighting, chinelo jumping, and lots of delicious food,” she says.
She undertook her trip to the United States on September 16, 1990, and although more than 30 years have passed since she left her country, she clearly remembers that date.
“At that time in my life I was a teenager, very young and inexperienced. In Mexico, at that age, some teenagers used to leave with their boyfriends, and without much thought I made that same decision".
Something that would change her life drastically.
“I did not measure the consequences. I left everything behind. I left my family, school, friends, and decided to come to the United States with my boyfriend looking for a better future near his family."
That was how she arrived in the city of Chicago with the father of her children. They lived together for eight long years. During those years she experienced different types of physical, emotional, and financial abuse, among others.
“I didn't know where to turn or what to do, other than put up with everything,” she says.
After a visit from her cousin, Dalia developed a plan together with her so that Dalia could get out of the domestic violence situation that she was experiencing.
“The process was not easy. It was very difficult and painful for me and my children. I will never be able to get over seeing my children crying that day. There were many mixed emotions, from fear, sadness and at the same time, tranquility.”
With two suitcases and her two children, she undertook a trip to New York City in 1998.
“I made the decision to come to NYC because my parents and siblings were already here. They were the ones who, seeing everything that had happened, forgave me and helped me."
Dalia comments that her life in New York was not easy but she did her best to move on. When she finally felt more stable and calm, Dalia experienced the hardest and most painful blow of her life when she lost her 18-year-old son.
She found refuge in pastry
The grieving process was not easy for Dalia, but the birth of her granddaughter helped her a lot. Over time, little by little, she was recovering from the pain that each barrier had left her. Some time later she found something else that would help her distract her mind and generate income: pastry making.
She started making chocolate strawberries, cakes, desserts, jellies, and fruit and floral arrangements. One day her daughter told her about Grameen America and invited her to join, and Dalia accepted.
“I really liked the opportunity to be a member because I wanted to expand my business and continue to grow as a person and as an entrepreneur.”
Today she is not only a member of Grameen America's microloan program, but she has also entered the community health initiative, Grameen Promotoras.
Dalia herself acknowledges having had a delicate emotional health due to the wounds of the past. She did not talk to anyone about her pain and everything she had to go through. When she found out about Grameen Promotoras, it was positive news for her. During the health talks led by the promotoras, she began to hear about the services that they offer to members and all the benefits that the program has.
“I picked up my courage and, full of confidence, called the promotora to talk to her and ask her for help. During the call I felt understood, trusted and supported. I decided to share my life story, and also how difficult the COVID-19 pandemic was for me and my family.”
A light in her way
Through the services of Grameen Promotoras, Dalia has been able to experience first-hand how helpful it is to have a promotora on your side. She recently asked for help scheduling a legal consultation.
“I had tried to look for some possibility of having status, but the lawyers that I consulted gave me no hope because my domestic violence case was not in the state of New York. Thanks to the Promotoras Program, I was able to have a legal consultation and I received the good news that they are going to take my case and help me.”
Dalia is extremely grateful to Grameen Promotoras as she feels very supported. The program has not only supported her emotionally and with social resources, but she has also been able to focus on her own health.
“The Promotoras Program has helped me a lot. I like the in-person counseling a lot. I learned how to take care of my health, and to support my children with their health. In less than three months I managed to meet my promotora in person during the counseling event. I felt very happy, because I received my glucometer and blood pressure monitor so that I can know my numbers. After my pre-diabetes diagnosis, I now feel confident about how to continue taking care of my health.”
Dalia feels quite motivated to continue learning about health issues because her daughter has been living with diabetes for some time. Through the health education that Grameen Promotoras offers, she wants to be able to help her. Everything she learns from Promotoras she shares with her.
“In 2023 I am a self-confident woman. I was able to rebuild my life with a new person who supports me and I had another daughter who will soon be 15 year old. I feel happy because I am learning to take care of my health and with my experiences I can help my family and my community," commented Dalia.
She shares her story because she wants women to know that you can move forward.
“If I could do it, we can all get ahead regardless of the obstacles that life throws our way. We can count on the promotoras. They are there to listen to us, guide us, and support us."
Written by Anel Martinez, Senior Promotora - Bronx / Manhattan
Grameen Promotoras provides underserved women from low-income immigrant communities with a health promotion and empowerment program utilizing a promotora model to create healthier lives.